El voto halter es un antiguo sistema de control político arbitrario, abusivo e imponente, practicado durante el período conocido como Coronelismo.
El voto halter fue una forma electoral arbitraria impuesta por los coroneles desde la época del Imperio. Era una forma de garantizar la elección de un determinado candidato.
Se desarrollaba en todo el territorio nacional, pero era más frecuente en los pueblos pequeños, bajo el mando de los coroneles.
Las decisiones políticas se llevaban a cabo mediante la presión y la coacción del voto de los subordinados. Las elecciones fueron teatros para dar legitimidad a la elección, no representando la voluntad del votante.
Vale la pena recordar que para entender qué es la votación halter, primero debemos entender el concepto de votación. En este sentido, el voto está relacionado con el sufragio universal, el derecho a votar y ser votado.
Así, el voto sirve para elegir representantes en tres esferas: municipal, estatal y federal. Por cierto, hoy este voto es secreto y directo. Sin embargo, en la antigua república era directa y abierta (no secreta). Además, las mujeres no podían votar, ya que la mayoría eran analfabetas, lo que apunta a una falta total de representación, ya que la gran mayoría de la población brasileña era analfabeta.
El origen de la expresión.
Entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, tuvo lugar en Brasil la llamada Antigua República. Estuvo marcado por la influencia de los coroneles, ricos terratenientes que actuaban como oligarcas locales en las regiones más pobres del interior del país.
Votar en ese momento no era secreto y los votantes vivían bajo el mando de los coroneles, quienes imponían a sus candidatos.
La práctica del voto halter declinó después de la Revolución de 1930, cuando Getúlio Vargas comenzó a luchar contra el coronelismo en el país.
En 1932 se aprobó un nuevo Código Electoral para instituir el voto secreto en Brasil. Esto dio más seguridad a los votantes, que no estaban obligados a revelar por quién votaban.
El voto halter en la Antigua República
El cabestro es un trozo de cuerda que sirve para conducir la montura según la voluntad del jinete. El voto de cabestro, pues, era el que se daba según la voluntad de los que estaban en el poder. Su uso fue una práctica recurrente desde los tiempos del Imperio, siendo también muy utilizado en la Antigua República.
El hecho es que el sistema electoral de la época permitía manipular según los intereses de las élites agrarias. El elector sólo necesitaba entregar personalmente un papel con el nombre del candidato. No hubo así una democracia efectiva, sino sólo un circo para dar legitimidad al proceso electoral.
El papel que sirvió de boleta ya estaba lleno, y el votante sólo necesitaba depositarlo en la urna. El intercambio de favores se acordó previamente, lo que bien caracterizó el toma y daca.
Por cierto, la práctica y el intercambio de favores dio origen a la política de los gobernadores en la que los coroneles, a cambio de los derechos municipales, apoyaban las elecciones de gobernadores, y éstos, a su vez, apoyaban las elecciones para el gobierno federal.
Este ciclo de “intercambio de favores” dio origen a la política del “café con leche”, en la que los gobernadores de Minas Gerais y São Paulo se alternaban en la presidencia del país. El nombre “café con leche” se refería a dos orígenes oligárquicos: el nombre café estaba vinculado a los productores de café en São Paulo y leche a los productores de leche en Minas Gerais.
El voto halter y el coronelismo
El voto halter y el coronelismo están estrechamente asociados. Eso es porque el coronel era un rico terrateniente que usó su poder para patrocinadores políticos.
El candidato que decidiera apoyar debía ser elegido, so pena de perder el poder. Y para hacer cumplir sus deseos, si es necesario, llegaría a los extremos. Para ello se utilizó la violencia física o las amenazas en las elecciones.
Este dominio político sobre una región se llamaba Curral Eleitoral, donde se reunía la “manada” de votantes. Con tal práctica, obviamente, se eligieron candidatos apoyados por ricos terratenientes.
Formas de fraude electoral
Como forma de manipular las elecciones era común el abuso de autoridad, además de la compra de votos. La máquina pública también se usaba comúnmente como una forma de distribuir favores a los aliados.
También hubo el voto fantasma, así como el intercambio de favores y muchos fraudes electorales. No era raro encontrar analfabetos votando, a pesar de que la ley lo prohibía. Así como algunos menores de edad figuraban en la lista de electores habilitados. Es que, en connivencia con las oficinas de registro, que también se repartían a los apadrinados, se defraudaban documentos sin vigilancia.
Otro tipo común de fraude fue en el conteo de votos, ya que yagunzos armados acompañaban el conteo. En casos extremos en los que a su candidato no le iba bien, el coronel simplemente desaparecía con las urnas.
Pero la forma más efectiva de fraude electoral fue la coerción, a través de la violencia física o psicológica. El poder económico y hasta paramilitar del coronel no podía ser enfrentado por un ciudadano común. Sólo otro gran terrateniente estaba en condiciones de oponerse y se inició entonces una guerra electoral por el poder.
El voto halter estos días
La adopción del voto secreto, aún en la época de Getúlio Vargas, dio más seguridad al proceso electoral. Hoy, los electores acuden solos a la urna, que es electrónica, y allí votan libremente por el candidato de su preferencia.
Pero cada cierto tiempo el control de votos intenta frenar el ejercicio de la libertad electoral. Un ejemplo reciente fue el de los traficantes de drogas en Río, que obligaron a los votantes a filmar el instante en que confirmaron su voto con sus teléfonos celulares.
Es interesante saber cómo fue la votación del halter, ¿no? Así que asegúrese de leer también sobre cómo fue la Era Vargas .