La Revolución Francesa empezó con la burguesía, ayudada por campesinos y obreros. Cambios políticos, sociales y económicos generados en el mundo
Francia en 1789 estaba gobernada por el régimen absolutista del rey Luis XVI. Así, para librarse de la opresión, la burguesía inició lo que se conoció como la Revolución Francesa, el 17 de junio de 1789.
De esta forma, la clase obrera campesina y la población más pobre ayudaron a combatir la crisis en la que se encontraba el país.
Por ello, la Revolución Francesa es conocida como una de las más significativas de la historia. Esto porque la época fue importante para el inicio del proceso de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano , universalizando los derechos sociales y la libertad individual.
Al enfrentarse, en ese momento, al régimen absolutista, la Revolución Francesa también marcó un logro importante al adquirir el sistema republicano. Así, el sistema valoró la participación popular y pasó a ser conocido como democracia representativa .

Historia de la Revolución Francesa
Para la comprensión histórica, la Revolución Francesa se divide en tres períodos. Así, tenemos:
- Primera fase (1789-1792): Monarquía Constitucional;
- Segunda fase (1792-1794): Convención – 1792/1793 y Terror;
- Tercera fase (1794-1799): Directorio.
Preocupados por la economía y la industria, los burgueses creían que para expandirse económicamente era necesario acabar con las barreras que impedían el comercio internacional. En este sentido, defendieron el liberalismo económico como forma de resolver el problema.
Además, querían la exención de los impuestos recaudados por el rey, ya que la élite de la sociedad, el clero y la nobleza, no pagaban tributo. En resumen, los comerciantes mantuvieron la economía del reino. Sin embargo, los derechos políticos estaban limitados cuando se relacionaban con el Primer y Segundo Estado.

Así, la Revolución Francesa estuvo fuertemente impulsada por los ideales de la Ilustración, muy difundidos entre la clase burguesa. En este sentido, la Ilustración criticó el modo económico mercantil, la política absolutista y el clero.
Ante esto, algunos nombres destacaron en la época con la Ilustración , como Voltarie, Montesquieu, Rousseau, Diderot y Adam Smith.
economía y política
El año 1789 marcó a Francia por las crisis que atravesaba el país. Pronto, la economía repercutió negativamente en la política y, en consecuencia, comenzaron a exigirse reformas inevitables.
El desempleo, la caída de los salarios y la destitución de ministros que creían que el clero debía pagar impuestos, no hicieron más que agudizar la crisis económica y política del país.
Por ello, y sin salida para controlar la crisis que se avecinaba, el rey Luis XVI convocó a asamblea a los Estados Generales. En este sentido, los Estados se dividieron en tres grupos sociales:
- Primer Estado – compuesto por el clero;
- Segundo Estado – formado por la nobleza;
- Tercer Estado – integrado por todos aquellos que no pertenecían al Primer o Segundo Estado, en el que se destacaba la burguesía.
La votación se hizo por estado. Así, el Primer y Segundo Estado tenían mayor ventaja en las decisiones, ya que estaban integrados por la élite y el clero. De esta forma, el Tercer Estado cuestionó esta división y presionó al rey para que cada voto fuera individual.

Como resultado, durante la Asamblea convocada en el Palacio de Versalles, algunas personas se rebelaron. Por eso, y por las crisis que ya se estaban dando, el Tercer Estado y la parte baja del Primer Estado se separaron de la Asamblea.
De esta forma, Tercero y Primer Estado se unieron y se declararon representantes del pueblo. Así, conformaron la Asamblea Nacional Constituyente, con el objetivo de crear una nueva Constitución.
La Revolución Francesa fue un punto de partida para que todo comenzara. Pronto, las crisis y el ataque a la Bastilla en 1789, donde se alojaron los opositores al absolutismo , marcaron literalmente el comienzo de la revolución. Por lo tanto, los parisinos que asaltaron la Bastilla y comenzaron el movimiento del Día de la Bastilla se conocieron como sans-culottes.
Etapas de la Revolución
Todo el proceso revolucionario se dividió en tres etapas, que duraron un total de diez años. Sin embargo, la revolución terminó cuando Napoleón Bonaparte aplicó el Golpe de Estado del 18 de Brumario. Así, las tres fases de la Revolución Francesa fueron:
- Asamblea Nacional Constituyente y Asamblea Legislativa (1789-1792);
- Convención (1792-1795);
- Directorio (1795-1799).
Asamblea Nacional Constituyente y Asamblea Legislativa
Fue la fase inicial de la Revolución Francesa marcada por el momento de elaboración de la Constitución y la creación de la Asamblea Legislativa. De esta forma, la fase se destacó por la lucha de los campesinos que temían la retirada de alimentos por parte de la nobleza.
Durante esta fase, la guerra de los campesinos se conoció como el Gran Miedo. Así, lucharon por el derecho a no pagar impuestos al rey y por un mayor abastecimiento de alimentos, ya que gran parte de la población campesina pasaba hambre. Además, los campesinos atacaron haciendas y mataron aristócratas.
Como resultado, muchos cambios comenzaron a tener lugar en Francia. Así, se abolieron los derechos que se atribuían únicamente al clero y se creó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. De esta forma, el documento defendía la libertad y la igualdad de los hombres ante la ley.

Sin embargo, hubo varios intentos de interrumpir el avance de la Revolución. En consecuencia, se creó una nueva constitución, que convirtió a Francia en una Monarquía Constitucional. Con ello, la Asamblea Nacional Constituyente, formada por la clase que defendía una mayor democracia, se transformó en Asamblea Legislativa.
Como resultado de los acontecimientos, dos grupos importantes marcaron la Revolución Francesa: los girondinos y los jacobinos. En resumen, los dos grupos defendieron ideas opuestas. Así, los girondinos creían en contener el cambio, mientras que los jacobinos favorecían la radicalización.
Convención
Así, todo el proceso revolucionario francés inició un período de malestar para otras naciones. Es decir, para evitar que las ideas de revolución llegaran a otros países absolutistas, Francia comenzó a recibir amenazas.
Así, con la intención de prevenir posibles ataques, la Asamblea inició la guerra contra Austria y Prusia. Pronto, la Guardia Nacional francesa se encargó de la defensa del país.
En consecuencia, la declaración de guerra dio inicio al período conocido como el Terror. Al hacerlo, la guerra unió a la sociedad francesa con los jacobicos y los sans-culottes. Como resultado, los sans-culottes establecieron un sistema de organización, derrocaron a la Monarquía francesa y establecieron la República.

Este período estuvo marcado por el radicalismo de los jacobinos y la disolución de la Asamblea Constituyente, estableciéndose una Convención Nacional. Así, los líderes de la Convención fueron elegidos por voto masculino. En consecuencia, el rey Luis XVI fue depuesto y la idea era ejecutarlo.
La fase del Terror comenzó cuando la radicalización de los jacobinos se apoderó de la revolución. Así, encabezados por Maximilien Robespierre, los jacobinos defendieron la reforma total del país, a pesar de que la Constitución era el cuerpo más importante en ese momento.
Sin embargo, ante la fuerte resistencia de los jacobinos y el afán de radicalización, crearon el Comité de Seguridad Ciudadana. Por lo tanto, el comité hizo cumplir con fuerza los ideales de los jacobinos.
Así, el Comité de Seguridad Ciudadana se encargó de poner orden en el caos que se instaló. Sin embargo, tras la muerte del rey, las crisis y las guerras volvieron a ser incontrolables.
Directorio
La fase conocida como Terror se saldó con un total de 17.000 muertos en tan solo 14 meses. Pronto se abolieron los privilegios feudales y se estableció una economía de guerra. Sin embargo, las medidas económicas hicieron que Francia se quedara a la zaga del capitalismo que comenzaba a desarrollarse en ese momento.
La radicalización de los jacobinos provocó la reacción de los girondinos, formados por grupos conservadores. Así, los girondinos, con la ayuda de la burguesía, dieron un golpe de Estado contra los jacobinos llamado Reacción Termidoriana, en 1794.
En consecuencia, se eliminaron varias medidas impuestas por los jacobinos y, en 1795, se instaló el derrocamiento jacobino y la Convención fue sustituida por el Directorio.
Con el Directorio en vigor, se cambiaron varias medidas y se creó una nueva Constitución, con el voto censal como uno de los cambios. Como resultado, la represión y la autoridad del gobierno comenzaron a instalarse.

Francia estaba experimentando un período de extrema agitación e incertidumbre. Pronto, las crisis económicas y las guerras amenazaron cada vez más al país. Con eso, la burguesía vio en la dictadura una forma de controlar las crisis del país.
De esta forma, Napoleón Bonaparte comenzó a ser considerado como un dictador y líder en los acuerdos internacionales. Así, en 1799 se instituyó el golpe de estado de Napoleón y la acción se conoció como el Golpe de Estado del 18 de Brumario, dando inicio al Período Napoleónico.
Consecuencias de la Revolución Francesa
La Revolución Francesa duró diez años (1789 – 1799) y tuvo varias consecuencias para el país y el mundo, además de cambios políticos, sociales y económicos. Entre algunos de ellos, podemos mencionar:
- Fin de los privilegios de clase en Francia;
- Fin de cualquier rastro de feudalismo en el país y comienzo de la consolidación del capitalismo;
- Inicio del proceso de caída del absolutismo en Europa y Francia;
- Inspiración de los movimientos independentistas en el continente americano;
- Popularización de la república como forma de gobierno;
- Separación de poderes;
- Imposición de las libertades individuales, que hacían a los hombres “iguales ante la ley”.
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