Los alimentos transgénicos se modifican genéticamente alterando el código genético, insertando genes de otro organismo en un organismo.
Los alimentos transgénicos son aquellos modificados genéticamente, mediante cambios en el ácido desoxirribonucleico (ADN), que es una molécula presente en el núcleo de las células.
Esta modificación se produce mediante técnicas de ingeniería genética. Así, los científicos insertan genes de diferentes organismos en una especie, proporcionando nuevas características.
Estos genes podrían ser de otras plantas, animales o microorganismos y no podrían transferirse de forma natural.
¿Existe la necesidad de alimentos transgénicos?
Existe una predicción de que para 2050 habrá más de 9 mil millones de habitantes en la Tierra. Esto significa que la producción de alimentos necesita crecer.
Una de las soluciones es apostar por los transgénicos para aumentar la productividad, ya que hay poco espacio para expandir los cultivos.
Las semillas modificadas tendrían tolerancia a los herbicidas para matar malezas y resistencia a las plagas.
Consideraciones sobre el tema
Los alimentos transgénicos sólo pueden producirse en el laboratorio mediante técnicas artificiales de ingeniería genética. Así, los embriones se modifican en la medida en que reciben un gen de otra especie.
Mucho se discute sobre la eficacia de este tipo de alimentos denominados artificiales.
Existen controversias sobre los nutrientes que contiene, además de sus implicaciones éticas, económicas, sociales y políticas.
Se cree que la ingeniería genética y el comercio de alimentos modificados genéticamente son el futuro.
Los científicos afirman que la manipulación del material genético de las plantas y otros seres vivos aumentará la calidad de los alimentos.
También se dice que crean plantas resistentes a las plagas y frutos mucho más grandes que los alimentos comunes. Esto aumentaría la productividad.
Los riesgos de los alimentos transgénicos
Existen controversias sobre los efectos a corto y largo plazo en la salud de los humanos, los animales y la naturaleza.
Apuntar a las ganancias a expensas de la salud podría ser un gran problema en el futuro.
Hay riesgos para la agricultura, ya que las especies transgénicas están protegidas por patentes. El agricultor tendrá que pagar regalías a la empresa propietaria de la tecnología.
La consecuencia más inmediata es la mayor dependencia de los agricultores de las empresas transnacionales del sector.
No se puede olvidar el riesgo de contaminación de cultivos transgénicos a cultivos convencionales. La contaminación puede ocurrir a través de insectos o incluso a través del viento.
Entre los riesgos para la salud conocidos se encuentran el aumento de las alergias y el aumento de la resistencia a los antibióticos.
La regulación de estos alimentos
El gobierno emitió el Decreto 4680/2003, que exige el etiquetado de alimentos e ingredientes transgénicos.
Si el producto tiene más del 1% de transgénicos, la información debe estar en la etiqueta. También tiene el símbolo, que es un triángulo amarillo con la letra T en negro.
Hay, sin embargo, un proyecto de ley en el Senado para acabar con este sello que etiqueta a los transgénicos.
Alimentos transgénicos en el mundo
Los alimentos modificados genéticamente se han lanzado al consumo en todo el mundo desde hace 20 años y están ganando cada vez más espacio en nuestras comidas.
Actualmente, el 93% de la soja brasileña es genéticamente alterada, así como el 82% del maíz y el 66% del algodón.
Toda la insulina inyectada por los diabéticos hoy en día es producida por bacterias transgénicas. Anteriormente, era necesario extraer la hormona del páncreas de los cerdos.
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