Magnetismo, ¿qué es? Descubrimiento, imanes y para qué se utilizan en la práctica

El magnetismo ha sido conocido por la humanidad desde la antigüedad, pero solo recientemente se pudo probar científicamente.

El magnetismo es la capacidad de atracción o repulsión que tienen el imán y ciertos metales. Tienen un polo positivo y un polo negativo, es decir, fuerzas dipolares.

En el dipolo magnético existe una ley que determina que los polos iguales siempre se repelen, mientras que los polos opuestos se atraen.

Conocido desde la antigüedad, el magnetismo fue estudiado por muchas civilizaciones, llegando incluso a la construcción de la brújula. Pero fue en los siglos XVIII y XIX cuando más se desarrolló la investigación sobre el tema.

Contexto histórico

El griego Tales de Mileto fue quien observó la atracción de la magnetita (imán) con el hierro. Este material se encontró en Magnesia, y este sería el origen del nombre Magnetismo. Esto sucedió en el siglo VII a. C., en la Antigua Grecia.

La brújula fue inventada por los chinos aproximadamente en el año 2000 a.C., con el objetivo de orientarse en la navegación. Sin embargo, fue a mediados del siglo XIII cuando Pierre Pelerin de Maricourt publicó sobre la brújula , además de las propiedades de los imanes.

En el siglo XVI, William Gilbert demostró que el planeta es magnético. Por eso la aguja de la brújula siempre apunta al norte. Ya Charles Coulomb (siglo XVIII) hizo las leyes de los polos inversos de atracción y repulsión entre cargas eléctricas.

En el siglo XIX, Hans Christian Oersted escribió sobre el electromagnetismo y los campos eléctricos. Andrè-Marie Ampère (1775-1836) investigó las corrientes eléctricas en los imanes. La inducción electromagnética fue descubierta por Michael Faraday y Joseph Henry.

Pero, ¿qué es el imán de todos modos?

El imán, o magneto, es un cuerpo magnético que tiene dos polos, uno positivo y otro negativo. Pueden ser, por ejemplo, hierro magnetizado o rocas magnéticas, pero son capaces de atraer cuerpos ferromagnéticos.

Se encuentran sueltos en la naturaleza o presentes en minerales con propiedades magnéticas. Un buen ejemplo es la magnetita, ya que es un imán natural capaz de atraer el hierro. Pero también existe la posibilidad de aplicar magnetización, es decir, añadir propiedad magnética a un cuerpo neutro.

Generalmente, el proceso de magnetización funciona mejor en hierro. Sin embargo, cabe señalar que estos imanes magnetizados artificialmente se utilizan en la industria. Los objetos electrónicos que utilizamos a diario tienen componentes fabricados con ellos.

¿Y qué es el magnetismo?

El magnetismo es el fenómeno por el que algunos cuerpos de propiedades magnéticas tienen atracción o repulsión. Pero también podría ser un área de la Física enfocada al estudio de este fenómeno.

Entre los conceptos relacionados con el tema, es importante mencionar el campo magnético. Es una región alrededor de un imán donde actúa la fuerza magnética, atrayendo o repeliendo cuerpos.

En este contexto, por tanto, la fuerza magnética no es más que la propia fuerza de atracción o repulsión. Podemos calcularlo usando la siguiente fórmula: F = |q| v. B. sen θ.

Finalmente, es importante recordar las investigaciones del físico inglés William Gilbert, aún en el siglo XVI. Descubrió el magnetismo terrestre, explicando por qué el Polo Norte  siempre atrae la aguja de la brújula. La Tierra es entonces un gran imán con una fuerza de atracción hacia el Norte.

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