Los glaciares se forman por la acumulación de nieve durante miles de años, sirviendo para equilibrar el clima del planeta y mantener su biodiversidad.
Los glaciares, o ventisqueros, son enormes masas de hielo formadas por la acumulación de nieve. Si la producción de nieve es mayor que la velocidad de derretimiento, se forman los glaciares.
Para estudiarlos mejor, se hizo una división entre glaciares de valle y continentales. Se pueden encontrar, por ejemplo, en la Antártida, el Ártico, Groenlandia y la Patagonia.
Responsable de equilibrar la temperatura planetaria y mantener la biodiversidad, el glaciar es esencial para la Tierra. Pero el aumento de la temperatura en el mundo los amenaza, y puede causar un gran impacto ambiental.
¿Cómo se forman los glaciares?
Los glaciares, también conocidos como glaciares, se forman por la nieve que se acumula allí con el paso del tiempo.
Los glaciares se dan en los confines de la Tierra, donde están los polos, ya que allí la temperatura es muy baja. Allí, el agua sufre una alteración similar a la de las rocas ígneas, en la que hay un enfriamiento y luego la cristalización de un fluido.
En los glaciares, las moléculas de agua se endurecen y luego cristalizan. Y como ocurre con las rocas sedimentarias: el hielo se deposita en capas sobre la superficie de la Tierra. Como resultado, el volumen acumulado puede alcanzar espesores enormes.
También podemos comparar el glaciar con la roca metamórfica, ya que el hielo se transforma por recristalización bajo presión. La nieve bajo presión se convierte en hielo duro o espeso, como una roca.
Esto sucede a la velocidad a la que la masa de nieve se reagrupa y se recristaliza en una masa sólida. Cuando llega a este punto, el hielo ya tiene una temperatura de fusión muy baja, ya que alcanza los cientos de grados bajo cero.
el glaciar del valle
Para estudiar mejor los glaciares surgen divisiones basadas en el tamaño y la forma. Existen pues dos tipos básicos, que son los glaciares de valle, o alpinos, y los glaciares continentales, o inlandis.
Los glaciares de valle son ríos de hielo formados en las partes más altas de las cadenas montañosas, donde se acumula la nieve. Sin embargo, a medida que el agua viaja a través del lecho, gradualmente se convierte en hielo.
Este glaciar tiene el ancho total de un valle, ya que su base rocosa puede estar a cientos de metros de distancia. Incluso en climas más cálidos, sin embargo, puede ocurrir un glaciar de valle. Solo allí se ubicará solo en los picos de las montañas más altas.
Sin embargo, en las regiones más frías, los glaciares del valle se extienden varios kilómetros valle abajo. Si estos glaciares están cerca de la costa, en ocasiones se desprenden grandes trozos de hielo que darán lugar a los icebergs.
el glaciar continental
El glaciar continental es mucho más grande que el glaciar del valle. Esto se debe a que está formado por una capa de hielo que se mueve muy lentamente, por eso se le llama icelandsis.
Los glaciares continentales más grandes en la actualidad cubren partes considerables de Groenlandia y la Antártida. En estas regiones, el hielo puede alcanzar una altura de más de 3200 metros. Se extienden por todo el territorio y llegan a la costa, momento en el que también forman témpanos.
Pensamientos sobre los glaciares
La formación de un glaciar es un proceso muy lento, ya que puede tardar hasta 30.000 años en completarse. Evidentemente, para la formación de un glaciar es necesario que la nieve se acumule a una velocidad superior a la del derretimiento del hielo.
La Antártida tiene alrededor de 14 millones de kilómetros cuadrados, por lo que es el glaciar más grande del planeta. El 90% del hielo del planeta se encuentra allí.
Pero también podemos destacar otros glaciares, como el Ártico, Groenlandia y la Patagonia. Alrededor del 70% del agua dulce de la Tierra también se almacena en los glaciares.
El derretimiento que golpea el planeta
Sin embargo, con el aumento de las temperaturas planetarias, el proceso de fusión se está acelerando. Como resultado, se libera una gran cantidad de agua al océano, lo que provoca graves impactos ambientales.
Hay un aumento en el nivel del mar, además de cambios en la temperatura de las corrientes marinas. Se desencadenan entonces malos fenómenos, como la reducción de la biodiversidad y la inundación de regiones costeras.
El mantenimiento del glaciar es fundamental para la continuidad de la vida en la Tierra. Y para mantenerlo, será necesario, en primer lugar, cambiar ciertos comportamientos.
La forma de producir y consumir bienes, por ejemplo, puede reducir los gases que aumentan el efecto invernadero. Esta es una de las formas de frenar el proceso de calentamiento global.
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