Ley Maria da Penha – historia, instrumentos de aplicación y resultados

La Ley Maria da Penha fue creada para proteger a las mujeres de las agresiones sufridas en el ámbito doméstico, aunque no siempre logra resultados positivos.

La Ley Maria da Penha creó mecanismos para frenar la violencia doméstica y familiar contra las mujeres. Publicada como Ley nº 11.340/2006, actualmente es considerada una de las tres mejores legislaciones del mundo en la lucha contra la violencia contra la mujer.

Son innumerables los relatos en la historia humana de violencia de género en el ámbito doméstico. El hombre se sentía superior a la mujer, ya que esta era una tradición que pasaba de generación en generación.

La nueva legislación creó una red de protección, como comisarías y juzgados especializados. Sin embargo, todas estas medidas no garantizaban una salvaguardia total para las mujeres. Esta es una situación ideal que sólo la educación puede lograr.

Contexto histórico

Con pocas excepciones, históricamente las mujeres han sido sumisas a los hombres, ya que se les considera inferiores. Las sociedades antiguas eran en su mayoría patriarcales, es decir, todos debían obediencia al cabeza de familia.

Esto quiere decir que la mujer no tuvo participación en el consejo de familia, ni siquiera opinando sobre las decisiones tomadas. En varias comunidades sirvió como trato político o comercial. No es raro conocer historias de hijas obligadas por sus padres a casarse por interés. Sin mencionar que muchas mujeres fueron violadas, humilladas y vendidas como esclavas sexuales.

Entre las décadas de 1960 y 1970, hubo varios movimientos feministas que buscaban la igualdad de derechos entre los sexos. Esto se tradujo en una serie de logros en la búsqueda de más justicia social. Luego, la mujer se liberó gradualmente de los prejuicios históricos y comenzó a trabajar junto al hombre.

Sucede que la cultura machista continúa hasta nuestros días, sin ser aún asimilada por muchos componentes de la sociedad. Y una de las formas de resistencia a las conquistas igualitarias es precisamente la violencia, ya sea física o psicológica.

La Ley Maria da Penha surgió en ese contexto de imposición de un género sobre otro, con el objetivo de agilizar los procesos judiciales. Si antes las acciones se arrastraban en los foros sin resultado concreto, ahora existen los propios tribunales para conocerlas.

Breve historia de la violencia doméstica

La Ley Maria da Penha fue así nombrada en honor a la mujer que luchó por su aprobación. Maria da Penha Maia Fernandes es una farmacéutica que estuvo casada con un hombre muy violento.

En el período que duró su matrimonio, 23 años, fue atacada de varias formas, aunque se conformó. Pero dos veces, en 1983, su marido casi la mata por sus agresiones.

María da pena

En el entorno familiar, disparó un arma de fuego que la disparó y dejó graves secuelas, ya que María quedó parapléjica. En una segunda acción, aún no conforme con lo sucedido, le dio descargas eléctricas y trató de ahogarla.

Habiendo logrado sobrevivir milagrosamente a estos ataques, decidió reaccionar y buscar la ayuda de la justicia. Con autorización judicial, salió de su casa y comenzó a luchar por la condena de su agresor.

La Ley Maria da Penha

Aunque comprometida con condenar al exesposo, la víctima se topó con la falta de un instrumento legislativo para sancionarlo. Sin mencionar que la legislación común dejó lagunas para que el proceso se extendiera.

Fue entonces cuando la Organización de los Estados Americanos (OEA) también se unió a la refriega. Obligó a Brasil a aprobar una ley especial para tratar el asunto: Leia Maria da Penha. En la publicación recibió el siguiente número: Ley nº 11.340/2006.

Esta ley modificó el artículo 129, inciso 9, del Código Penal, que trata de las lesiones corporales, para aumentar la pena. Si el delito se comete en el contexto de violencia doméstica, la pena se aumenta hasta en tres años.

Además, se crearon comisarías especializadas en este tipo de violencia en todo el país. En el ámbito del Poder Judicial, se crearon juzgados especiales de violencia intrafamiliar.

Los procesos se agilizaron, además de que el agresor fue detenido. También se habilitó un centro de llamadas para mujeres, una especie de línea directa para denunciar.

El resultado de la Ley Maria da Penha

En cuanto a la protección de la mujer, la ley fracasó, ya que el agresor no se abstiene de agredir por temor a ser detenido. Luego de cometido el hecho, entonces sí, el Estado ganó mecanismos para sancionarlo efectivamente.

Otro resultado negativo es el uso de tobilleras electrónicas para mantener al perpetrador alejado de la víctima. Esto no garantiza mucha protección, ya que la policía difícilmente podría llegar a tiempo para ayudarla. Incluso hay una aplicación para teléfonos inteligentes que te avisa cuando se acerca el abusador.

Sólo la Ley Maria da Penha no cambia la cultura machista, ya que esta viene de un largo proceso cultural. Sólo la educación, la conciencia del espacio del otro y el respeto mutuo pueden lograr este fin. Mientras tanto, es importante invertir en una nueva mentalidad para las nuevas generaciones.

Idealmente, la sociedad brasileña no necesitaría la Ley Maria da Penha, así como otras leyes similares. Pero hasta que alcancemos la comunidad ideal, tal legislación es necesaria.

Recientemente ha habido un cambio incluso en el artículo 121 del Código Penal, que trata sobre los homicidios. Se aumentó la pena si el delito se comete “contra una mujer por razón de su condición de mujer”.

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