Imperio de Brasil, historia y principales acontecimientos de cada período

La historia del Imperio Brasil estuvo marcada por muchos conflictos internos y externos, pero experimentó una larga prosperidad con Dom Pedro II.

El Imperio de Brasil comenzó cuando D. Pedro I fue aclamado Emperador, en 1822. Terminó con la Proclamación de la República, en 1889.

En sesenta y siete años de existencia, el Imperio fue administrado por dos emperadores y unos pocos regentes. También estuvo la promulgación de nuestra primera Constitución Federal, que centralizó el poder de la Corona.

También hubo muchas revueltas, principalmente en el Período de las Regencias. Destacan Guerra dos Farrapos, Cabanagem y Sabinada.

Comienzo del Imperio de Brasil, 1er Reinado (1822-1831)

El 12 de octubre de 1822, D. Pedro I fue proclamado Emperador de Brasil. En ese acto comenzó realmente el Imperio, aunque recién fue coronado el 1 de diciembre de ese año.

Justo al comienzo del Imperio de Brasil recién creado, hubo mucha resistencia en las provincias. Los portugueses todavía estaban a cargo allí, pero no legitimaron el poder del nuevo gobernante.

Y durante mucho tiempo, este rechazo a la Independencia obstaculizó la realización de Brasil como nación.

La Primera Constitución Brasileña

Fue por iniciativa del propio Don Pedro I de convocar una Asamblea Constituyente. Se reunió inicialmente el 3 de mayo de 1823, pero seis meses después el propio Emperador la disolvió.

Es solo que las disputas políticas entre los partidos hicieron inviable el proyecto, por lo que se creó una comisión para continuar con el trabajo.

El 25 de marzo de 1824 se concedió la primera Constitución Federal brasileña. Centralizó inmensos poderes en la persona de Don Pedro, además de favorecer a las clases.

La nueva Carta Magna fue muy criticada en las provincias, ya que se consideraba absolutista.

El final del 1er reinado

Dom Pedro I pronto entró en conflicto con la élite agraria, ya que centralizó el poder en torno a sí mismo. Pero fue esta élite la que le dio sustentabilidad a su gobierno, ya que sin ella se debilitaba.

La crisis económica también fue un factor desestabilizador, ya que llevó a la quiebra del Banco do Brasil en 1829. Igualmente grande fue la deuda externa, ya que el Emperador necesitaba pagar la Guerra Cisplatina.

Sin embargo, fue cuando perdió el apoyo del ejército cuando Don Pedro I se vio obligado a abdicar del trono. Era el 7 de abril de 1831.

Se embarcó para Europa, pero dejó como sucesor a su hijo, Pedro de Alcântara, de cinco años.

El turbulento Período de Regencia (1831-1840)

El heredero al trono era menor de edad, por lo que se le impedía ascender al trono. Según estipulaba la Constitución de 1824, una regencia asumiría la administración del Imperio. Esta regencia estaría compuesta por tres personas, ya que gobernaría hasta la mayoría de edad del futuro Emperador.

Existía la Regencia Trina Provisional (1831), además de la Regencia Trina Permanente (1831-1835). Ante serios problemas administrativos, se aprobó el Acta Adicional de 1834, que fue una reforma constitucional.

Agregó la posibilidad de elegir un solo regente para el Imperio. El regente electo fue el padre Antônio Feijó, quien asumió el cargo el 12 de octubre de 1835. Permaneció en el gobierno sólo dos años, ya que las múltiples crisis administrativas lo llevaron a renunciar.

El 22 de abril de 1838, Pedro de Araújo Lima fue elegido como regente, pero él tampoco se las arregló bien. Entre los muchos problemas que enfrentaron las regencias estaba el cuestionamiento de su legitimidad. La solución de emergencia encontrada fue adelantar la mayoría de edad de D. Pedro II, aunque ya estaba en juego la unidad nacional.

Durante el Período de Regencia, hubo varias revueltas en Brasil, como la de Cabanagem (1835-1840) que estalló en Pará. Pero también hubo la Sabinada (1837-1838) en Bahía y la Guerra dos Farrapos (1835-1845) en Rio Grande do Sul.

El largo y pacífico segundo reinado (1840-1889)

El 23 de julio de 1840, la Asamblea General aprobó la anticipación de mayoría. Dom Pedro II ascendió al trono brasileño con solo 14 años y 7 meses.

El inicio del reinado fue sacudido por muchas disputas partidarias, además de las Revoluciones Liberales en São Paulo y Minas Gerais. La Revolución Praieira también apareció en Pernambuco. A partir de 1850, sin embargo, el Imperio alcanzó un largo período de tranquilidad.

En el ámbito exterior, el Imperio de Brasil participó en las guerras del Río de la Plata contra Oribe y Rosas, entre 1851 y 1852. Luego se involucró en la Guerra de Uruguay entre 1864 y 1865. Finalmente, también participó en la larga Guerra del Paraguay, que duró de 1864 a 1870.

La base de apoyo económico en el 2º Reinado

La economía del Imperio Brasil se basaba en la agricultura, ya que el país no había invertido mucho en industrias. Los productos que más riqueza produjeron fueron el caucho, el algodón, el cacao, el azúcar y el tabaco.

En la Región Sudeste, hubo un aumento de las plantaciones de café, creando así una aristocracia. Eran los ricos e influyentes Coffee Barons, la clase social que dominaba el Imperio de Brasil.

Con tal involucramiento de los campesinos, es obvio que la Abolición de la Esclavitud en 1888 generó una fuerte crisis en las zonas cafetaleras. Aunque los esclavos fueron siendo reemplazados gradualmente por inmigrantes europeos, el impacto de la manumisión fue fuerte.

Al perder el apoyo de los granjeros, así como el respaldo de los militares, el Imperio no pudo sostenerse. Con la Proclamación de la República hecha por Deodoro da Fonseca en 1889, comienza una nueva etapa en la historia de Brasil.

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