Guerra en Siria, motivos, contexto histórico y Estado Islámico

La guerra en Siria, que comenzó como una mera protesta contra la dictadura, se internacionalizó y se convirtió en una lucha directa contra el Estado Islámico.

La guerra en Siria comenzó en 2011, cuando la población se rebeló contra el dictador Bashar al-Assad. Los rebeldes pretendían involucrar al país en la llamada Primavera Árabe, que derrocó a los dictadores de la región.

Pero el gobierno obtuvo apoyo internacional, habiendo logrado así mantenerse en el poder. De esta manera, se formaron varios frentes de conflicto en Siria, hecho que involucró a muchos países.

Quienes más lo sufrieron fue la población civil, obligada a huir del conflicto y refugiarse. También comenzó otra guerra, esta vez para derrotar al grupo terrorista llamado Estado Islámico.

Contexto histórico de la guerra en Siria

Después de que el controvertido sitio WikiLeaks publicara datos sobre una posible corrupción en el gobierno, los sirios se rebelaron. Hubo una manifestación de jóvenes, que fueron detenidos in fraganti pintando paredes. Fue por una simple pregunta como esta que surgió la guerra en Siria.

Bashar al-Assad, dictador de Siria.

Era marzo de 2011, cuando el pueblo salió a las calles a exigir democracia. Sin embargo, en una reacción desproporcionada, el dictador Bashar al-Assad ordenó al ejército disparar. Las muertes provocaron un aumento de la tensión, ya que la gente comenzó a exigir la renuncia del presidente.

En ese momento, los movimientos revolucionarios llamados Primavera Árabe barrieron el Medio Oriente y África del Norte. Muchos dictadores fueron depuestos, como Gaddafi en Libia. Pero el ejército sirio era fuerte, además de haberse puesto del lado de la dictadura.

Fue entonces cuando surgió una fuerte oposición, que pronto se convirtió en un grupo paramilitar bien armado. Los rebeldes avanzaron rápidamente, ya que tomaron pueblos e incluso ciudades.

El conflicto se hizo internacional

Todo el poder militar de los rebeldes se debió al apoyo de Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, etc. Entonces se formó el llamado Partido de la Unión Democrática, que incluía el apoyo de grupos kurdos, para luchar en la Guerra de Siria.

La República Árabe Siria, que es la coalición del presidente Bashar al-Assad, cuenta con el apoyo de Irak, Irán, el Hezbolá libanés y, finalmente, Rusia.

Los otros grupos que se rebelaron contra el dictador Al-Assad formaron el Ejército Sirio Libre. Cuentan con el respaldo militar de Turquía, Arabia Saudita y Qatar.

Finalmente, aprovechando la confusión de tantos frentes de guerra, surgió el terrible Estado Islámico. Su principal objetivo es declarar un califato (forma islámica de poder) en la región. Todavía existen diferencias entre las sectas sunitas y chiítas, lo que provoca limpiezas étnicas, masacres y diversas barbaridades.

Una grave crisis humanitaria

Con tantos grupos en la Guerra de Siria queriendo el poder, es seguro que la población civil sería la más afectada. Y eso es lo que realmente sucedió.

Los bandos implicados en el conflicto impusieron un bloqueo alimentario a la población civil. Además, las acciones criminales limitaron el agua a la población, generando caos. Sin mencionar que los grupos humanitarios no pudieron ingresar a las zonas de conflicto, lo que agravó la situación.

En enero de 2017, Naciones Unidas estimó el número de refugiados en casi 5 millones. El país que más sirios recibió fue Turquía, que acogió a cerca de 3 millones de personas.

La gran ofensiva contra ISIS

El Estado Islámico nació en Irak como brazo de la organización terrorista Al-Qaeda. En 2011, sus miembros se unieron a los rebeldes que luchaban contra el presidente Bashar al-Assad en Siria. Allí fueron recibidos y sus miembros, veteranos de guerra, instruyeron a los indígenas en técnicas de combate.

Resulta que el Estado Islámico ha crecido tanto que ahora controla 88.000 km² en el norte de Siria e Irak. Llegó a ser tan poderoso que manejó a 8 millones de personas. Recaudó miles de millones de dólares de la exploración petrolera en los lugares que conquistó. Solo que, con ese dinero, pasó a financiar actos terroristas en Occidente.

Es por eso que la coalición liderada por Estados Unidos luchó ferozmente contra el Estado Islámico. Después de años de feroz ofensiva, finalmente los rebeldes fueron derrotados. Esto llevó al presidente Donald Trump a declarar el fin del califato en 2019.

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