Los etruscos fueron un pueblo comerciante y muy hábil en la arquitectura y las artes, además de haber servido de base para la creación de la sociedad romana en la antigüedad.
Los etruscos poblaron la península itálica desde el siglo IX a. C., por lo tanto, incluso antes que Roma.
Eran pueblos más avanzados que los demás, con una cultura propia que destacaba, además de sobresalir en la artesanía y la escultura. Los etruscos también tenían un conocimiento considerable de la arquitectura y la ingeniería.
Formaron una de las civilizaciones más fuertes de la antigüedad, siendo temidos y respetados por muchos pueblos.
Una sociedad con participación femenina
Los etruscos vivían en Etruria, una región de la península itálica, actualmente equivalente a la actual Toscana. Allí fundaron ciudades-estado con cultura y costumbres propias, como los griegos. Además, su sociedad era urbana y enfocada al comercio.
Contaban con fuertes ejércitos y una magnífica flota naval, lo que les permitía controlar una amplia red comercial. Comerciaban sus productos desde la Península Ibérica y la Galia hasta Anatolia, el Levante y el norte de África.
Un factor que diferenciaba a los etruscos de otros pueblos de la época era la participación femenina en la vida pública. No había diferenciación entre mujeres y hombres en los asuntos cotidianos y la vida social estaba bien equilibrada en términos de género.
En la pirámide social, había un monarca absolutista, en la capa inferior estaba la aristocracia y, en secuencia, artesanos y comerciantes. En la base de la pirámide solo quedaban esclavos, aunque en otras culturas también había mujeres.
Los etruscos tenían una economía agrícola, pero también extraían, fundían metales y los vendían en las numerosas rutas comerciales. Eran politeístas, destacando los dioses Tínia, Uni y Menrva. Y su alfabeto difería de todos los existentes.
Arte Etrusco
Los etruscos fueron grandes artesanos y escultores, ya que fabricaban sus productos para venderlos en los viajes que realizaban. Hay varios hallazgos arqueológicos que prueban su destreza en jarrones y vasijas. También hay aretes, pulseras y collares, así como muchas esculturas.
Fueron los grandes arquitectos de la antigüedad, ya que dejaron templos, tumbas, necrópolis, murallas, puentes de piedra, etc. Muchas de estas obras tienen frescos en los techos y paredes.
La convivencia entre etruscos y romanos
Los etruscos influyeron mucho en la sociedad de Roma, principalmente a través de intercambios comerciales y culturales. Allí también hicieron muchas obras públicas, como fabulosos puentes y puertas, así como canales de drenaje para las tierras bajas.
Su relación con Roma siempre ha sido ambigua, ya que en un momento estuvieron en paz y en otro en guerra por diversas razones. Pero con cada acercamiento, se fusionaron más y más con la sociedad romana.
En el siglo III aC, los romanos ganaron todas las guerras de la región y se consolidaron como potencia. Con sus ciudades-estado en constante desunión, los etruscos fueron absorbidos por los romanos, hasta que desaparecieron como nación autónoma.
Las familias patricias de Roma se enorgullecían de casarse con la aristocracia etrusca, mucho más antigua y respetada por la distinción de sus miembros. Incluso el emperador Julio César afirmó descender de los etruscos.
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