El primer relleno de la historia fue descubierto en fósiles, en un yacimiento arqueológico del norte de Italia, y data de la transición del Paleolítico al Neolítico.
No es ningún secreto que muchas personas le tienen miedo al dentista. Sentarse en ese sillón dental y ver cómo te examinan la arcada dental ya es un tormento. ¡Imagínese después de recibir el diagnóstico de caries y tener que escuchar ese silbido agudo del simulacro de llenado!
Si hoy en día, con toda la tecnología disponible y con una serie de remedios para aliviar o evitar que sintamos el dolor que están al alcance de la mano, este miedo es común, ¡imagínate cómo no lo era cuando decidieron hacerse el primer empaste de la historia!

Por cierto, el miedo que sentimos en el sillón del dentista es tan grande que, posiblemente, este miedo al tratamiento dental sea la razón del éxito de la película El dentista.
En el largometraje, el reconocido ortodoncista Alan Feinstone, interpretado por Corbin Bernsen, se asusta cuando descubre la traición de su esposa y practica sesiones de tortura con sus pacientes. Durante las escenas en la oficina, las salas de cine se llenaron de espectadores asombrados.
Asfalto en el primer relleno de la historia
Pero, volviendo a la historia de los tratamientos dentales, hay que decir que no son exclusivos de los tiempos actuales. El primer relleno realizado en el mundo es prueba de ello y data de hace 13 mil años.
El descubrimiento fue realizado por el expedicionario Gregorio Oxilia, de la Universidad de Florencia, quien encontró los dos primeros rellenos en fósiles descubiertos en un sitio arqueológico en Riparo Fredian, en la región del norte de Italia. Según él, fue posible notar dos dientes obturados en un individuo que vivió en la transición del Paleolítico al Neolítico.
Los escaneos mostraron que la pulpa de los dientes fue agrandada por un objeto que dejó caries y estrías. Después de la limpieza, el hueco donde antes había caries se rellenó con una mezcla de betún, actualmente utilizado como asfalto para pavimentación, y hierbas medicinales analgésicas y antisépticas.
Sin dientes del pasado
Pero lo que la historia empezó a registrar fue una realidad desdentada. Debido a que la población es mayoritariamente rural, casi no tenían acceso a los llamados dentistas, y cuando finalmente encontraron uno de estos profesionales, optaron por extraer el diente en lugar de tratarlo.
Uno de los dentistas brasileños más famosos fue Joaquim José da Silva Xavier, Tiradentes, quien pasó a la historia como mártir de la Inconfidência Mineira.
Pequeño motor con los días contados
Y si antes había tanto miedo a los dentistas, la tecnología actual consigue que los tratamientos dentales sean cada vez más cortos y además indoloros. Y si antes todas las intervenciones en la muela se hacían con mucho dolor, hoy ya casi no se siente el primer pinchazo de la aguja de anestesia.
Pero ¿qué pasa con ese sonido infernal del taladro? Hasta él tiene los días contados.
Investigadores del King’s College, la Universidad de Brunel y la Universidad de South Bank en Londres han desarrollado un dispositivo que identifica la frecuencia del sonido del taladro y la cancela. El paciente puede escuchar música e incluso hablar con el dentista, simplemente no escucha el indeseable motorcito.
Y entonces, ¿te imaginabas que el primer relleno de la historia se hubiera hecho hace tanto tiempo?
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