Democracia brasileña: ¿Por qué tardó tanto en suceder?

La democracia brasileña viene de tiempos recientes y aún no está totalmente consolidada, teniendo una historia de dos juicios políticos.

Sobre la democracia brasileña es necesario hacer una cierta aclaración. Aunque desde la Proclamación de la República, los brasileños podían votar, fue un voto no representativo. Solo un grupo privilegiado tuvo acceso a la votación.

Así, fue en el último mandato de Getúlio Vargas que la población pudo votar efectivamente. Aunque su muerte interrumpió el incipiente proceso democrático.

Luego vino la elección de Juscelino Kubitschek y la renuncia de Jânio Quadros. Y el golpe de 1964 depuso a João Goulart.

Después de 21 años, el final de la Dictadura Militar llegó a su fin, Brasil finalmente regresa a la Democracia (1985).

El comienzo de la democracia en Brasil

En 1950, Getúlio Vargas fue elegido directamente Presidente de la República y permaneció en el cargo hasta 1954, cuando falleció.

Luego, al año siguiente, Juscelino Kubitschek es elegido presidente por voto directo con un mandato hasta 1960.

Ese mismo año, Jânio Quadros ganó las elecciones y renunció en 1961, cuando João Goulart, su suplente, asumió el cargo.

Pero la democracia brasileña fue interrumpida por el Golpe Militar de 1964, que derrocó a Goulart y los militares tomaron el poder.

Después de 21 años de Dictadura Militar en Brasil, el país atravesaba una crisis económica, social y política.

En este contexto, aparece la Constitución Federal de 1984. En síntesis, institucionaliza el sistema democrático y contempla la libertad de derechos y la igualdad social.

El sistema es presidencial, hay libertad de voto, de expresión y las elecciones son libres.

La fragilidad de la joven democracia brasileña

En resumen, el movimiento Diretas Já (1984) hizo avanzar democráticamente al país, pues convocó a elecciones directas para elegir al presidente.

Pero en ese momento el proceso democrático no pudo consolidarse.

Recién con Fernando Collor de Mello (1989), que el país eligió presidente por voto directo, sin embargo sufrió un juicio político en 1992.

Con Collor destituido, Itamar Franco, su vicepresidente, asumió la presidencia.

En 1995 fue elegido Fernando Henrique Cardoso, promoviendo la socialdemocracia a través de una política neoliberal, además de estabilizar la economía.

El Partido de los Trabajadores en el poder

En 2003, el Partido de los Trabajadores subió al poder con la elección de Luiz Inácio Lula da Silva, quien gobernó hasta 2011.

También por el Partido de los Trabajadores fue elegida Dilma Rousseff, quien gobernó el país hasta el primer semestre de 2016.

Al igual que Collor, Dilma fue destituida, acusada de practicar pedaleo fiscal, término que se refiere a las operaciones presupuestarias.

Con la caída de Dilma, asumió la presidencia su vicepresidente, Michel Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (MDB).

El fin del gobierno de Dilma y la condena penal y encarcelamiento de Lula, sin embargo, pusieron fin al PT en el poder.

Los pasos inciertos de la democracia brasileña

En la carrera presidencial de 2018, Jair Bolsonaro venció al candidato del PT, Fernando Haddad.

Fue elegido con un discurso de derecha y con un equipo de gobierno integrado por muchos militares.

Todavía hay una creciente manifestación en el país por el regreso del Régimen Militar en Brasil, posibilidad que es rechazada por las Fuerzas Armadas.

Finalmente, la democracia en Brasil aún es frágil y camina con pasos inseguros, pero al menos el pueblo tiene libertad de expresión y puede votar libremente.

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