La corriente continua es un tipo de energía eléctrica, caracterizada como el flujo ordenado de electrones en una sola dirección en conductores eléctricos.
Cuando hablamos de energía eléctrica hay que tener en cuenta dos términos: corriente alterna y corriente continua. Estas dos formas de energía se clasifican porque tienen características específicas, además de ser utilizadas en diferentes lugares. Vale la pena recordar, en este sentido, que la corriente eléctrica se refiere al movimiento ordenado de electrones dentro de los conductores.
El mundo sería un lugar totalmente extraño sin energía, ¿te imaginas? Por lo tanto, es importante saber, al menos, qué tipos de corrientes eléctricas están presentes en los lugares.
En el caso de la corriente continua, el uso más frecuente se da en carga de baterías , aplicaciones automotrices, además de aplicaciones que no requieren de gran cantidad de voltaje. Así, para la producción de este tipo de corriente eléctrica se suelen requerir materiales como fuentes solares, baterías y termopares.
Los paneles solares, por ejemplo, funcionan produciendo corriente continua. Además, es una forma de energía que se encuentra fácilmente en los circuitos rectificadores.
Pero, al fin y al cabo, ¿cuál es la funcionalidad real de este tipo de corriente?
Definición de corriente continua
La corriente continua es un tipo de corriente eléctrica que, durante su propagación, no cambia de dirección. En este caso, las cargas eléctricas se mueven dentro de un conductor cuando existe una diferencia de potencial entre ellas. Así, cuando la velocidad de movimiento de las cargas dentro de los conductores es constante, tenemos corriente eléctrica continua.

Con esto, este tipo de corriente eléctrica establece, en un intervalo de tiempo, las mismas variaciones de cargas eléctricas. Es decir, las cargas eléctricas son de la misma proporción a los intervalos de tiempo en los conductores. Para representar los valores de corriente continua, la unidad de medida utilizada es el amperio.
La medida lleva el nombre del científico francés André Marie Ampère (1775 – 1836). El estudioso se hizo conocido por desarrollar importantes cuestiones relacionadas con la electricidad. La ley de Ampère, por ejemplo, trae temas que discuten el campo magnético que se forma con la corriente eléctrica.
Corriente continua x alterna
En resumen: la energía eléctrica se puede clasificar de dos maneras. Es decir, puede ser corriente continua (DC) o corriente alterna (AC). Así, lo que diferenciará los dos tipos de corriente es la dirección del flujo de onda dentro de los conductores.

Así, cuando la corriente eléctrica tiene un solo sentido, tenemos una corriente continua. Ahora bien, cuando el sentido adquiere más de una dirección dentro del conductor, tenemos una corriente alterna. En este caso, entonces, la corriente alterna tiene energía que fluye en varias direcciones.
En corriente continua, sin embargo, la producción se lleva a cabo a través de varias fuentes. Algunos de ellos son: celdas solares, baterías y termopares. Desde la producción, el uso se lleva a cabo en instrumentos que no tienen una alta demanda de energía eléctrica. Es decir, la CC se usa comúnmente en la carga de baterías y en aplicaciones automotrices.
Ventajas y desventajas
La CC no es la forma de transmisión de electricidad más utilizada. Esto se debe a que la corriente alterna, por ejemplo, tiene más ventajas en la distribución en comparación con la CC. Sin embargo, cuando se trata de instalaciones especiales, se recomienda más CC.
Por lo tanto, la CC se utiliza cuando la corriente alterna no puede satisfacer las necesidades del uso deseado. Por lo tanto, la corriente continua se usa ampliamente, por ejemplo, en transmisiones sumergidas de alto voltaje. Para que esto ocurra, la energía sufre una serie de transformaciones hasta que su uso se hace adecuado.

Como ejemplo de transmisiones sumergidas podemos mencionar la conexión del cable Báltico, entre Suecia y Alemania. La CC recorre una distancia de 250 km y luego se transforma en corriente alterna para que su uso sea viable. Otro ejemplo es la conexión del cable Norway, entre Noruega y Holanda, que recorre un total de 580 km.
La desventaja de este tipo de energía eléctrica es el alto costo de mantenimiento. Es decir, para construir y mantener líneas de transmisión continua, las aplicaciones tendrían costos muy altos. Además, las estaciones terminales y los patios de conmutación tendrían que ser monitoreados constantemente, lo que aumentaría aún más los costos.
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