La Constitución de 1891 rompió con el orden constitucional existente y delineó las directrices de la joven República brasileña.
La Constitución Federal de 1891 fue la primera después de la Proclamación de la República por el Mariscal Deodoro da Fonseca.
En él se instituyeron, entre otros, el Régimen Republicano Presidencial y la separación entre Estado e Iglesia.
Claramente influenciado por la Constitución de los Estados Unidos, adoptó la República Federal como su sistema institucional. Además, los Estados de la Federación ganaron autonomía en muchos sectores que antes estaban centralizados.
Contexto histórico
En ese momento, Brasil salía del Régimen de la Monarquía y se arrastraba hacia la República, mientras era necesario cambiar la Carta Magna. La antigua Constitución de 1824 ya no encaja en la nueva realidad brasileña.
Los juristas Rui Barbosa y Prudente de Morais redactaron apresuradamente una nueva Constitución para el país, pues el momento era urgente. Presentado a la Asamblea Legislativa, fue aprobado en unos increíbles tres meses.
La fuente donde se basaron los juristas fue la Constitución de los Estados Unidos, de la cual tomaron varios institutos. Entre ellos destacamos el Sistema Federativo de Estados y la autonomía descentralizada del poder central. Incluso el nombre de los Estados Unidos de Brasil se inspiró en la carta americana.
La Constitución promulgada
El 24 de febrero de 1891 se promulgó la nueva Constitución de Brasil, para consolidar finalmente la República.
Sería cambiado 35 años después y finalmente revocado en la Revolución de 1930 por Getúlio Vargas.
Características de la Carta de 1891
La Proclamación de la República rompió con el sistema político vigente, al mismo tiempo que iniciaba un nuevo orden constitucional. Era entonces necesario que los términos de la nueva nación que nacía fueran incluidos en la Carta Magna.
En la Constitución de 1891 se incluyó, a saber:
- El fin del Poder Moderador, quedando sólo el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial;
- La distancia entre el Estado y la Iglesia Católica;
- El Estado emitiría certificados de defunción, nacimiento y matrimonio;
- La educación sería obligatoria, laica y gratuita;
- Las demás religiones también tendrían libertad de culto;
- Garantía del sufragio universal para los ciudadanos alfabetizados;
- Senado de fin de vida;
- La creación del Poder Legislativo bicameral, así como del Poder Legislativo en los Estados.
La Constitución de 1891 puso fin al Régimen Monárquico, creó un Estado laico (sin religión oficial) y descentralizó el poder. En cuanto al voto, el hecho de exigir al elector saber leer y escribir seleccionaba a muchas personas.
En realidad, esta Constitución favoreció mucho a la élite cafetalera paulista, que dio un gran apoyo a la Proclamación de la República.
¿Le gustó aprender más sobre nuestra primera Constitución republicana? Lea también un artículo muy interesante sobre lo que fue el Acta Adicional de 1834 .