Los estudiosos de la psicología han desarrollado una explicación para la fobia a los payasos. ¿La tienes?
La figura del payaso está muy presente en la televisión, internet y sobre todo en el cine. Sin embargo, ese payaso ingenuo como el Bozo de la televisión brasileña o los payasos que hacen juegos de palabras en el ring se ha quedado atrás.
El payaso de los nuevos medios es el payaso del terror, el pánico y el asombro. ¿Cómo explicar el miedo de tanta gente a los payasos? Hay una rica historia de payasos que esconde un alma oscura detrás de esa sonrisa pintada.
En un intento de explicar esta extraña superposición: del payaso divertido al payaso bizarro, existen una serie de estudios en el campo de la psicología y la antropología, principalmente. Incluso a las personas que sufren un miedo inusual a los payasos se les diagnostica un nuevo síndrome llamado coulrofobia .
¿Te cuesta imaginar cómo es la vida de las personas que les tienen mucho miedo a los payasos? ¿O tal vez quieres entender si eres una de estas personas?
Vea un extracto de un documental sobre el tema:
¿Cómo explicar, psicológicamente, esta aversión a los payasos?
En 1920, los psicólogos John B. Watson y Rosalie Rayner desarrollaron un experimento en el que condicionaron fobias en un niño emocionalmente estable. (Verá, en 1920, hoy la junta de ética de la mayoría de los países ciertamente prohibiría el estudio). Sin embargo, los psicólogos han destacado un vínculo importante entre las fobias y el condicionamiento humano.
En el condicionamiento clásico, el cerebro llega a asociar dos estímulos distintos si coinciden repetidamente. El cerebro puede “aprender” a asociar un estímulo neutro (como un payaso, por ejemplo) con un estímulo negativo (como algún tipo de dolor o malestar ) si estos estímulos se repiten muchas veces acaba convirtiéndose en un patrón arraigado, es decir , el estímulo del payaso se puede conectar con el miedo.
Según el Dr. Ronald, médico y profesor del departamento de psicología de la Universidad Estatal de California, la repetición sucesiva de estímulos y vínculos con figuras cotidianas ante el dolor o el asombro, puede ser una receta infalible para el desastre.
¿Y tu? ¿Tiene fobia a los payasos, simplemente no le gustan o simplemente los encuentra adorables?