Científicos resuelven el misterio de las cataratas de sangre de la Antártida

Un estudio finalmente encontró la fuente de las espeluznantes cascadas de sangre de la Antártida. Han pasado 106 años desde que el geólogo australiano Griffith Taylor descubrió las vívidas cascadas rojas que brotan del glaciar que lleva su nombre, en el

Un estudio finalmente encontró la fuente de las espeluznantes cascadas de sangre de la Antártida.

Han pasado 106 años desde que el geólogo australiano Griffith Taylor descubrió las vívidas cascadas rojas que fluyen del glaciar que lleva su nombre en el helado lago Bonney.

Originalmente se pensó que el fenómeno era causado por algas rojas. Pero en 2003, los investigadores descubrieron un lago de agua salada de 5 millones de años oculto en lo profundo del glaciar, que drenaba su agua, cargada de hierro oxidado, que le da su color rojo, a la superficie.

Wikimedia Commons / Fundación Nacional de Ciencias / Peter Rejcek

Ahora, un estudio de la Universidad de Alaska Fairbanks confirma que el glaciar no solo tiene un lago escondido, sino todo un sistema que fluyó hace más de 1 millón de años.

El equipo utilizó la ecolocalización para rastrear de dónde fluía el agua. La razón por la que nunca se congeló, dicen, es un sistema hidráulico perpetuo.

Wikimedia Commons / Zina Deretsky / Fundación Nacional de Ciencias de EE. UU. (NSF)

Las caídas de sangre son como un viaje atrás en el tiempo, que revela sistemas microbianos antiguos. El fenómeno fascina a los científicos y les brinda una forma de estudiar las posibilidades de vida en otros planetas.